MATÓ A PUÑALADAS A SUS DOS HIJOS MENORES E INTENTÓ SUICIDARSE

Sospechan que la mujer pudo haber tenido un brote psicótico, debido a una ruptura en la relación de pareja con su marido. Su familia desde hacía unos días notó que su personalidad había cambiado dramáticamente. Hoy, la imputarían por el doble homicidio.

Una joven, de 27 años, asesinó el miércoles por la noche a puñaladas a sus dos hijos menores de 5 y 8 años dentro de su casa y luego intentó quitarse la vida. Una tía de los niños se topó con la macabra escena y llamó a escondidas a la Policía. Una de las hipótesis apuntaría a un presunto brote psicótico de la madre de las criaturas, posiblemente como consecuencia de una ruptura matrimonial. El padre de las víctimas estaba trabajando en el campo cuando sucedió el hecho. La mujer quedó internada, detenida y con custodia policial, indicaron ayer fuentes oficiales.

El horrible suceso que volvió a golpear a la comunidad curuzucuateña fue descubierto el miércoles, alrededor de las 20:45, en una vivienda ubicada por calle Don Bosco, casi Moteagudo, en el barrio Santa Rosa, a pocas cuadras del centro de la ciudad.

Según trascendió, Aldana M., de 27 años, madre de Sofía de 5 años y Dilan de 8, venía con un comportamiento errático y muy extraño, según habían mencionado sus familiares. Su hermana estuvo llamándola por teléfono desde la mañana y no la había atendido; por ello, decidió ir hasta la vivienda del barrio Santa Rosa porque tenía un mal presentimiento. Golpeó la puerta y fue la propia Aldana, bañada en sangre, quien la atendió y le pidió no hacer ruido “porque sus hijos dormían”. El cuadro era de un horror absoluto. Los cuerpos de los dos niños estaban tirados en el piso, sobre un charco de sangre.

La niña presentaba una puñalada en el cuerpo; su hermanito mayor fue acuchillado unas cuatro veces en distintas partes del cuerpo, según habría revelado la autopsia. Las criaturas habrían sido asesinadas bastante tiempo antes de que su tía llegara a la escena, posiblemente un par de horas, según los forenses.

Aldana se apuñaló con el mismo cuchillo, aunque sus heridas, algunas profundas y otras superficiales, nunca pusieron en riesgo su vida, pese a ello fue trasladada hasta el hospital donde quedó internada, bajo arresto y con fuerte custodia.

Escena del horror

Tras conocerse la noticia, el frente de la vivienda, donde ocurrieron los hechos, se llenó de patrulleros y de ambulancias. Los peritos no salían de su asombro ante semejante escena del horror.

Al lugar llegó la fiscal de investigación, María José Barrero Sahagún, quien recorrió la vivienda de lado a lado para intentar buscar algún tipo de explicación. Mientras tanto, afuera de la casa se escuchaban los gritos desgarradores de Marcelo Maciel, al enterarse lo ocurrido con sus hijos. Él estaba en el campo trabajando cuando le informaron lo sucedido. Los dos cadáveres fueron retirados en un móvil de la Policía y trasladados hasta la morgue judicial local.

Ayer, la fiscal del caso dijo que para ella “la escena estaba bastante clara y no había dudas” en cuanto a cómo habían sucedido los hechos y la responsabilidad de la madre de los niños en el doble filicidio. La autoridad fiscal confirmó que aún no pudo entrevistarse con el padre, ya que prefiere que pase el duelo y tratar de indagar los pormenores de la relación entre él y su esposa; las horas, los días previos, a fin de buscar algún tipo de explicación lógica. De allí, la teoría de que había una ruptura en la relación y una separación inminente.

Imputabilidad bajo la lupa

El modo con el que Aldana atacó y dio muerte a sus hijos encendió todas las alarmas en los investigadores; así como también a los médicos forenses que debieron examinarla. Entre todos intentan establecer si sus capacidades mentales se encontraban alteradas y qué situación detonó aquel brote de violencia extrema. Los primeros llamados de atención para la familia de Aldana fue cuando ella los bloqueó en el WhatsApp y de todas las redes sociales. No contestó llamadas durante todo el día y luego, cuando llegaron a la casa les dijo que hagan silencio porque los niños dormían, cuando en realidad ya los había asesinado.

Según la fiscal, tanto la abuela, como la tía de los niños, proporcionaron datos muy puntuales sobre el comportamiento de la joven madre, previos al brutal desenlace. Además de los cirujanos que la curaron de sus lesiones autoinflingidas, Aldana fue abordada por psiquiatras que la evaluaron y luego presentarán un informe para la investigación. Por el momento continúa hospitalizada y bajo custodia policial en calidad de detenida. 

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