Otro templo religioso fue atacado por malvivientes, esta vez en la capilla Medalla Milagrosa. Habrían usado una barreta para abrir el enrejado.
El miércoles por la tarde en el barrio Merceditas Collantes de la capital provincial -uno de los vecindarios más alejados del centro correntino- se registró un hecho delictivo con daños a la propiedad en una capilla ubicada en dicho vecindario.
Delincuentes habrían ingresado en horas de la tarde llevándose del lugar elementos de los sanitarios, además de barretear el enrejado para poder facilitar el acceso a los baños. Sustrajeron dos inodoros, dejando la reja totalmente inservible.
No sería la primera vez que esta comunidad sufre hechos de inseguridad de estas características, puesto que anteriormente ya habrían sido blanco de la misma modalidad de robo.
Cabe destacar también que pese al malestar de los vecinos del barrio, no se realizó denuncia alguna ante las autoridades de la comisaría de la jurisdicción, por lo cual, la dependencia policial Decimosexta interviniente en el caso, procedió a iniciar las tareas de investigación de oficio para poder dar con él o los autores del hecho delictivo que aún no fueron identificados.
Desde la parroquia aún no se habría acercado a las autoridades policiales para erradicar la denuncia correspondiente; sin embargo, uno de los encargados se lamentó las condiciones en las que había quedado el baño de la parroquia: “De esto era lo que teníamos miedo, así quedó el baño de la Capilla”.
Este hecho ocurrido en el Merceditas Collantes se suma a otro similar en otra parroquia de nuestra ciudad, que durante el fin de semana pasado también sufrió la visita de “los amigos de lo ajeno”.
En ese caso se trató de la capilla de Nuestra Señora de Schoenstatt ubicada por calle Jazmín y Díaz Colodrero en el barrio Apipé.
En esa ocasión los malhechores se habían llevado un tubo de gas, en lo que representaba el segundo robo en dos semanas en esa comunidad.
Esta serie de saqueos a los templos religiosos hace crecer en la feligresía correntina una preocupación constante por la frecuencia con la cual estos edificios son blanco de estas maniobras delictivas.
No solo por los objetos sustraídos sino también por la destrucción que les ocasionan a los edificios y los costos que significa poder reponerlos.
Continúan los trabajos de investigación y rastrillaje por parte de las jurisdicciones intervinientes para lograr dar con los responsables de ambos hechos.
Para ello también se pide la colaboración de la comunidad para aportar datos veraces acerca de dónde podrían encontrarse estos elementos.