Ocurrió en la zona norte de Santa Fe, un importante cordón productor hortícola. La lechuga y la rúcula fueron los cultivos más afectados
Los productores del cordón hortícola al norte de Santa Fe se vieron afectados por las lluvias de la semana pasada y perdieron el 40% de la producción de verduras. Los distritos afectados fueron Ángel Gallardo, Monte Vera, Arroyo Aguiar y Recreo.
Las precipitaciones fueron de entre 100 y 120 milímetros el lunes pasado. Lechuga, tomate perita, rúcula, achicoria, espinacas, cebolla de verdeo, acelga, zapallitos verdes, remolachas, puerros y brócoli son las verduras que sufrieron daños. El sector tiene 1.500 hectáreas, con más de 300 pequeños productores. En paralelo, el complejo sojero y triguero se vio beneficiado ya que las lluvias aportaron la humedad necesaria para reactivar la siembra.
“Hacía tiempo que no teníamos esta lluvia, Santa Fe es muy plano y nadie estaba preparado con los desagües suficientes para afrontar esto, fue mucha agua caída en pocas horas, e hizo que se inundara la producción, y perdiéramos buena parte de producción”, dijo el titular de la Sociedad de Quinteros de Santa Fe, Guillermo Beckmann.
“Se metió el barro con el agua entre las hojas, y eso después termina pudriendo toda la planta. Hubo un poco de remolino de viento y tenemos poca tecnología. Se rompió mucha media sombra, y también algún pequeño invernadero”, contó. Respecto a los precios de las verduras, aseguró que por el momento no habrá impacto porque el mercado está abastecido. Es una buena noticia ya que, según Beckmann, cuando Santa Fe se quedaba sin mercadería por algún problema climático y abastecían el mercado con producción de otras zonas, aumentaban los precios entre 3 y 4 veces.
A esta situación climática se le suman distintos problemas macro que atraviesan los productores. Por caso, les aumentaron a los productores un 35% los cánones en el mercado en que se comercializa la mercadería. “Estamos pagando 35.000 pesos por un piso de 3×3 en el suelo, sin enchufes, sin nada, por 4 horas, y creo que es el mercado más caro del país. Esto, junto a los gastos que tiene el productor para ir hasta el mercado, se lleva un cuarto su producción. El sector está sobreviviendo a todos los embates que ha tenido durante tanto tiempo, hemos tenido tormentas, inundaciones y persecución de sindicatos. Por eso, dejaron las quintas grandes y hoy en día tenemos todas pequeñas en las que trabaja el grupo familiar”, sostuvo Beckmann.
Destacó también la pérdida de rentabilidad como resultado del encarecimiento de los costos en dólares. Cabe señalar que, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en octubre los precios de los agroalimentos se multiplicaron por 3,5 veces del campo (origen) a la góndola (destino). Es decir, el consumidor pagó $3,5 por cada $1 que recibió el productor. En promedio, la participación del productor explicó el 25,4% de los precios de venta final, apenas un 2,8% más con respecto al mes anterior.
“Durante el mes de octubre debe considerarse el fuerte incremento de costos tanto en insumos dolarizados, tasas municipales, como también en transporte, logística, arrendamientos y salarios, por mencionar algunos”, dijeron desde la entidad.
Por otro lado, de acuerdo a la última encuesta a los productores de CREA, el 70% de los encuestados percibe que la situación económica del país se encuentra mejor que un año atrás –el registro más elevado de la serie–, mientras que el 82% cree que el panorama será mejor dentro de un año.
No se registra un cambio de tendencia en lo que respecta a las inversiones: un 31% considera que se trata de un momento propicio, mientras que un 33% dijo que no lo es, y el 36% restante no tiene una opinión definida al respecto.