Cuando faltan apenas horas para el cierre del plazo para registrar alianzas de cara a las elecciones provinciales del 31 de agosto, una imagen sacudió el escenario político de Corrientes: el gobernador Gustavo Valdés se reunió este lunes con el exintendente capitalino y actual senador nacional Carlos “Camau” Espínola. El encuentro, enmarcado en la cuenta regresiva electoral, encendió las alarmas en distintos sectores y desató una ola de especulaciones sobre un posible acuerdo entre ambos dirigentes.
Aunque no hubo confirmaciones oficiales ni declaraciones posteriores a la reunión, la sola foto del encuentro bastó para alterar los ánimos en la política local. En el mundillo político, ya se habla de un eventual acercamiento que podría tener implicancias directas en el armado electoral del oficialismo, liderado por la Unión Cívica Radical.
La relación entre Valdés y Camau no es nueva, pero sí ha cobrado una renovada intensidad en los últimos tiempos. Un gesto clave fue la presencia del senador en la reciente inauguración del parque industrial de Ituzaingó, un evento encabezado por el gobernador. Allí, ambos dirigentes se mostraron sonrientes y en sintonía, alimentando versiones de que Camau podría abandonar su histórica cercanía con el peronismo kirchnerista para sumarse al frente gobernante, Vamos Corrientes.
Este lunes, el contexto fue mucho más sensible. La inminencia del cierre de alianzas —programado para este martes a la medianoche— convierte cualquier movimiento en un potencial punto de inflexión. En ese marco, la reunión entre Valdés y Espínola toma un peso político considerable.
Vamos Corrientes anunció que este lunes a las 19 horas llevará a cabo un acto en el que se presentarán oficialmente los partidos que conformarán el frente electoral oficialista. Si bien no se ha confirmado la participación de Camau ni de su espacio, la expectativa es alta. La sola posibilidad de que se sume al armado liderado por la UCR generaría un reacomodamiento en el mapa político provincial y podría debilitar a sectores de la oposición que contaban con su presencia.
La movida también podría interpretarse como una estrategia de Valdés para ampliar su base de sustentación, integrando a figuras de peso con llegada a distintos sectores del electorado. Por su parte, para Espínola, un eventual acuerdo le permitiría reposicionarse en el escenario provincial con vistas a 2025 o incluso más allá.
Con las horas contadas hasta el cierre del plazo, las piezas se siguen moviendo en el tablero correntino. Y todo indica que esta historia aún no terminó de escribirse.